Lista negra de agencias de traducción y traductores «profesionales»: ¿cómo escapar de ellos?

    27 de septiembre, 2018

Me acuerdo de cuando vivía en Roma y empecé a intentar hacerme un hueco en el mundo de la traducción. Preparé mi currículo, una carta de recomendación y mil y una más cosas para realizar una búsqueda de posibles agencias de traducción que pudieran ser mis posibles futuros clientes. La lista era larga pero me gustan los retos y más aún mi trabajo así que decidí ponerme manos a la obra. Además, me gusta mucho investigar y siempre intento sacar cuanta más información posible mejor, aunque como podréis ver no siempre es suficiente. 🙁 Me pasé varios días, semanas y meses trabajando y dedicando mi tiempo libre a seguir mandando e-mails a otros especialistas del sector, mandando candidaturas como traductora autónoma y cruzando los dedos para recibir esas tan esperadas respuestas.

La eterna prueba de traducción como primer paso

Una de las respuesta que recibí fue de una agencia de traducción que me proponía una prueba de traducción de tres páginas de unas 3000 palabras sacadas así, de la nada, para comprobar y corroborar la riqueza lingüística y mi conocimiento del español. Se justificaron, literalmente, que aunque hubiese cursado mis estudios desde P4 hasta la licenciatura en Barcelona, tenían que comprobar que siendo de origen polaco y con los apellidos que tengo conozco el español y el catalán como si fueran mis lenguas maternas, sin olvidarnos del polaco, claro. Que si conjugo bien los verbos o si soy capaz de diferenciar bien los conectores… No voy a comentar lo que pensé en aquel momento porque no se trata de emplear un tono inadecuado pero me parece alucinante que a estas alturas se discrimine de este modo a alguien que, como yo, se apellide de forma distinta y que por ello tenga que justificarlo pringando más por menos con el doble de trabajo. Así no, señores. Me parece bien que se haga una prueba de traducción pero en ningún momento hay que aprovecharse ni abusar del candidato pidiéndole que traduzca más de, por ejemplo, 300 palabras porque eso no se llama prueba sino encargo de traducción. No comentaré el maravilloso comentario sobre mis orígenes, de los que bien feliz estoy, porque no voy a justificarme más.

Robo de la identidad traductora como posible trampolín económico 

Resulta que otro día me llegó un e-mail de una agencia de traducción de Praga que comentaba que habían recibido un currículo mío que detectaron que era falso y me lo mandaban en adjunto. Algún, (lo siento, lo voy a decir), «genio de la ortografía» (vulgarmente conocido como «criminal») se hacía pasar por mí para ofrecer servicios de traducción e interpretación de «calidad». El muy listo se abrió una cuenta de correo electrónico con mi nombre y apellido arroba lo que sea. El problema es que el correo electrónico tenía escrito mal mi primer apellido. Entiendo que mi apellido sea difícil de pronunciar para alguien que no conozca polaco y, además, difícil de escribir pero el abecedario es el mismo (por lo menos en Italia) y las letras también. Además, si teóricamente te haces pasar por un traductor profesional no deberías abrirte un correo fingiendo que eres yo con un apellido escrito con una pedazo de falta de ortografía, ¡genio!

Consejos para limpiar la imagen  

¡No te desesperes, no estás solo! Lo primero que hice fue mandarle un e-mail a la agencia de traducción de Praga dándoles las gracias por haberme avisado. A continuación, me puse en contacto con, Translators Scammers, una de las varias páginas web que existen de falsas identidades o identidades robadas de traductores para que publicaran el caso de «Olga Jiczmyk» o como el ladrón-no traductor me hubiese rebautizado en Italia. ¡Alucinante, en serio! Hice mucho ruido y avisé a quienes pensé que era conveniente y denuncié este acto criminal a las autoridades pertinentes.

¡No te desesperes, no estás solo! Denuncia este acto criminal para que otros colegas no tengan que volver a pasar por el mismo disgusto

¿Que más se puede hacer?

Hace ya un tiempo, varios colegas de profesión publicaban una serie de consejos para verificar si una agencia de traducción o un traductor son realmente profesionales de alto standing y si cumplen con lo prometido, si ha habido casos de impago y otras aventuras por el estilo. Además, existen varios grupos de Facebook, como por ejemplo «Lista negra de traductores e intérpretes«, donde podemos denunciar este tipo de actos que tienen como finalidad quebrantar la ley para que otros colegas no tengan que volver a pasar por el mismo disgusto. También, es necesario que se denuncie todo tipo de actos criminales ante un representante legal para que se tomen las acciones pertinentes y ante la asociación de traductores e intérpretes profesionales de tu localidad.

Llegados a este punto, quería preguntaros si ¿durante vuestra carrera profesional os ha pasado algo similar? ¿Qué habéis hecho para solucionarlo? ¿Qué consejos le daríais a un traductor novato que justo empieza a crear su propia lista de clientes/agencias a quienes quiere mandar su currículo?

Muchas gracias, como siempre, y espero vuestros comentarios.

¿Cómo escapar o evitar un fraude en el mundo de la traducción? ¿Cómo podemos darnos cuenta y detectar algo irregular a tiempo? Desgraciadamente, no existe una receta milagrosa que nos pueda ayudar. Ahora bien, sí que tenemos a nuestro alcance diferentes herramientas que nos pueden ser muy útiles. ¿Sabéis cuáles?

Autora

Olga Jeczmyk

Translator-Interpreter, Social Media Queen, Marketer & PhD survivor

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