Empezamos la semana con mucha energía y muchas ganas de reír. Hemos estado recogiendo testimonios fotográficos en primera persona mezclados de una pizca de sentido del humor con el fin de compartir con todos vosotros, especialistas y amantes de las lenguas, el resultado de nuestra búsqueda.
Así que vamos a dejároslo en vuestras manos para que vosotros mismos podáis ver para creer. Avisamos de la posible necesidad de compra de kleenex para la ocasión, a no ser que os gusten los baños de lágrimas. Pensamos que no van a ser necesarias explicaciones complementarias y cada uno de vosotros, como especialista que es, sabrá individuar dónde está el error. Y dicen que quién avisa no es traidor.
Empezamos pisando fuerte.
Y si nos vamos a comer un bocado tampoco dejaremos de sorprendernos:
Como al lado hay un restaurante bien de precio pedimos una de tapas, o… Ay, perdón, de «tatpas»:
Menos mal que se dice que las mayúsculas no llevan acentos, si no el lector «cantabrico» se llevaría las manos a la cabeza.
Pero bueno, como seguimos teniendo hambre nos decantamos por un clásico de las malas traducciones que seguramente alguno de vosotros habrá visto en alguna ocasión. Un ejemplo más que conocido para todos aquellos de Polonia, amigos míos:
Nos gusta Polonia y nos quedamos para buscar algo ligerito que digerir y optamos por esta increíble ensalada con muchas «composiciones»:
Seguimos en el supermercado y nos encontramos con que preservar es algo muy importante:
Al dejar de comer nos pasamos por una tienda a la última donde poder encontrar gadgets para nuestro smartphone donde nos hacen entender que pelar las etiquetas es cuestión de práctica:
Y como estamos en el centro hay tantas tiendas, restaurantes, bancos… Donde para entrar hay que llevarse un martillo consigo, ¿sino con qué picamos amigos?
Y al girar la cabeza vemos a alguien intentando descifrar el mensaje que se ha debido de traducir un poco mal:
Y es que es bien sabido que fumar mata, y las malas traducciones también. Así pues, nos pasamos a los manuales y nos dimos cuenta de lo bien que están traducidos en ciertos casos, he aquí un ejemplo por cortesía del blog de Genialità o follia:
Bien, con esto concluimos y os dejamos, que las horas del lunes están contadas.
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