La importancia de la terminología en los estudios de traducción

    19 de julio, 2017

Hoy en día, hay mucha literatura especializada que trata la terminología como protagonista indiscutible. En el mundo actual, ya nadie se inmuta cuando oye tecnicismos en medicina, ciencia, jurisdicción u otros campos de parecida importancia y distinción. Otra cosa es entender ese tipo de lenguaje especializado pero con los procedimientos adecuados somos capaces de familiarizarnos con este tipología de lenguaje tan particular. De ahí, que ciencias tan técnicas como lo es la traducción y los estudios de traducción o traductología (entre la multitud de denominaciones que se le atribuyen en español como veremos más adelante) se nutran y convivan con la terminología. Todo es cuestión de lógica y simbiosis para crear nuevos conceptos a través de la terminología misma.

Es cierto que, a veces, no se trata de crear nuevas fórmulas sino de darles un significado adicional atribuido gracias a la terminología que caracteriza ese término en un ámbito particular y concreto. Como señala catedrática de terminología y lingüística de la Universitat Pompeu Fabra y la que fue mi profesora Mª Teresa Cabré: “Con la lógica, la terminología comparte el interés fundamental por los conceptos. A diferencia de la semántica, que se interesa por la relación denominación y significado, la terminología se preocupa prioritariamente por la relación que se establece entre el objeto de la realidad y el concepto que lo representa” (Cabré, 1992: 27). Así pues, volvemos a darnos cuenta de la importancia de la terminología en cuanto a los estudios de traducción en este caso concreto donde vamos a explicaros algunos ejemplos.

¿Qué son los estudios de traducción?

Ya tratamos este tema en el artículo “Traductología y traducción, se parecen pero no son lo mismo” donde os explicamos que el primer término se basa en el estudio y el análisis de la teoría, la descripción y la aplicación del proceso de traducción e interpretación propio dichos según Amparo Hurtado, catedrática de Traductología en la Universitat Autònoma de Barcelona y mi tutora. Actualmente, en español se ha adaptado la forma de “traductología” o “estudios de traducción” que se cree que definen con mayor exactitud la idea de la disciplina misma. Más adelante descubriremos la variedad terminológica con la que se han bautizado los estudios de traducción.

¿Y con qué terminología nos encontramos en los estudios de traducción?

Tal y como ya ocurre en varias disciplinas, los estudios de traducción no se salvan de la relación que los une con otros ámbitos tales como la filosofía, la hermenéutica, la antropología, la lingüística, la psicología, la pedagogía y muchos más. Es por eso, que algunos autores entienden los estudios de traducción como una interdisciplina multidimensional. La terminología tiene un papel fundamental en la traductología, ya que es la autora de términos típicos de esta ciencia (como ya indicamos anteriormente, este caso es frecuente en ámbitos especializados que no necesariamente tengan a ver con la traducción sino que pueden ser ciencias como la medicina, la ingeniería u otros. Nosotros nos concentramos en la traductología). De este modo, podemos encontrar varios ejemplos, si nos basamos en la lengua española, donde para un término como son los estudios de traducción nos encontramos con una diversidad terminológica presentada por Amparo Hurtado (Hurtado 2011: 133-135) donde hablamos de:

  • Ciencia de la traducción
  • Teoría de la traducción
  • Estudios de traducción
  • Traductología
  • Translatología
  • Translémica
  • Lingüística aplicada a la traducción
  • Estudios sobre la traducción

Esta variedad es fruto de diferentes enfoques con los que ya se encontró Holmes en 1972 en “The Name and nature of Translation Studies”. En inglés conocemos la “traductología” (término procedente del francés “traductologie” con el que parece ser que se ha adaptado en la lengua gala) como los estudios de traducción y es como se conocen también en otras lenguas como el italiano o el polaco entre otras varias.

Tal y como ya explicamos anteriormente, la terminología técnica de los estudios de traducción se caracteriza por la creación de nuevos términos que muchas veces nacen a partir del uso de sufijos, prefijos o simplemente añadiendo otro significado a términos ya existentes. Quienes estudiemos y tengamos un estrecho contacto con la traductología nos encontraremos con muchos conceptos nuevos y otros que se han adaptado a esta ciencia. Así pues, podemos encontrarnos con palabras como:

  • Reformulación, recreación, reexpresar donde vemos el sufijo latín “re” (que significa: volver a hacer, hacer algo de nuevo, una vez más).
  • El prefijo latín “trans” (que significa: de un lado a otro) con resultados como transmutación, transmisión, translatología o transgénero (este último término empleado por Esther Monzó).
  • Palabras que adquieren un significado añadido como identidad, lengua meta, dimensión comunicativa (este último término es de Hatim y Mason).

Como es habitual, la terminología que más se adapta es la proveniente del inglés donde nos topamos con casos como el mapping, shifts o unique terms entre otros varios. Podemos ver como este tipo de terminología anglosajona se emplea con diferentes técnicas en las que destaca la traducción literal, calcos e incluso adaptaciones fonéticas. No hay que olvidar que en muchos casos nos encontramos ante conceptos ya existentes que adquieren un significado complementario en referencia a los estudios de traducción. Todos hemos oído hablar de conceptos como la target language o la source language. Es cuando nos encontramos con autores como Nida que habla de modelos dentro de la traductología y más concretamente en referencia al proceso de traducción donde los términos deberían de emplearse según “their practical usefulness and their explanatory power” (Nida 1969: 489). Ahora bien, también hay que tener en cuenta que en los estudios de traducción encontramos terminología proveniente de lenguas como el francés y el alemán. Por lo que no nos limitaremos a tener en cuenta sólo el nuevo léxico y los nuevos conceptos provenientes del inglés.

Llegados a este punto, recalcamos la importancia de la terminología, no sólo en cuanto a los estudios de traducción sino en cualquier ciencia y ámbito. Como la lengua evoluciona y está viva la terminología también lo está por lo que hay que tener en cuenta estos nuevos horizontes para analizarlos y emplearlos correctamente.

  • CABRÉ CASTELLVÍ, T. (1992), La terminologia. La teoria, els mètodes, les aplicacions, Barcelona, Editorial Empúries.
  • HATIM, B. and MASON, I. (1990), Discourse and the translator, London, Longman. (Teoría de la traducción. Una aproximación al discurso, Barcelona, Ariel, 1995).
  • HOLMES, J. (1972), The Name and nature of Translation Studies, Copenhaguen, Third International Congress of Applied Linguistics.
  • HURTADO ALBIR, A. (2001), Traducción y traductología. Introducción a la traductología, Madrid, 7ª edición, Cátedra Lingüística.
  • JECZMYK, O. (2015), Traductología y traducción, se parecen pero no son lo mismo. 20.000lenguas.com [blog] 17 junio, Disponible en: http://bit.ly/1Bj8lF4 [Consultado el 18/07/2017].
  • JECZMYK, O. (2015), The importance of terminology in translation studies. termcoord.eu [blog] 17 junio, Disponible en: http://bit.ly/1N3tjaO [Consultado el 18/07/2017].
  • MONZÓ NEBOT, E. (2003), La traducción jurídica a través de los géneros: el transgénero y la socialización del traductor en los procesos de enseñanza/aprendizaje, Discursos. Revista de Tradução, 2, p. 21-36.
  • NIDA,  A. E. and TABER, C. (1969), The theory and practice of [Biblical] translation, Brill.
  • SHUTTLEWORTH, M. and COWIE, M. (1997), Dictionary of Translation Studies, New York, Routledge Taylor & Francis Group.

Autora

Olga Jeczmyk

Translator-Interpreter, Social Media Queen, Marketer & PhD survivor

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